EGIPTO Y LOS PAISES ÁRABES
Después de tres largas semanas de protestas, llego el fin de largas décadas de gobierno del presidente egipcio Hosni Mubarak . Las consecuencias serían enormes Y se sentirían más allá de la región, llegando sin duda hasta Washington.
Egipto es el país más trascendental del universo árabe y probablemente ingrese en incertidumbre, con la sociedad más desigual y conmovida por la ansiedad. Hay que tener en cuenta que en Egipto siempre hubo, injusticias y no se cumplía la constitución.
El problema de Hosni Mubarak no fue el caos, como él advertía, sino todo lo contrario, el alto grado de civismo de los ciudadanos de Egipto. Se calcula que gracias a su “fidelidad”, desde principios de los ochenta, el gobierno de Estados Unidos ha dado a Egipto alrededor de US$ 50,000 millones en ayuda económica y militar, lo que convierte a ese país en el segundo receptor de ayuda estadounidense, detrás de Israel.
El acuerdo fue simple: a cambio de mantener la paz en la región y renunciar a cualquier tipo de revanchismo histórico con el Estado judío, la Casa Blanca le desembolsaría anualmente US$ 1,500 millones para modernizar sus Fuerzas Armadas, que son las décimas más poderosas del mundo.
La revuelta fue poco violenta, y los brotes que ha habido tuvieron más que ver con simpatizantes del rais o con vulgares ladrones que con acciones de los protestantes, lo que ha permitido que el ejército simpatizara y confraternizara con quienes se manifestaban. Un sector que se vio afectado fue el económico, la Inflación de 24% en alimentos, 40% de pobres que viven con US$2 por día y desempleo entre los más jóvenes fueron algunas de las razones de las protestas callejeras. La crisis financiera de 2008 fue un golpe del que todavía el Cairo no ha podido recuperarse.
Los más de 2,7 millones de egipcios que viven en el exterior redujeron en un 10% el envío de remesas (US$7.800 millones) que representan el 5% del PBI.
Por Alejandra Amórtegui